🧡 Si hay algo que paraliza nuestro día a día en muchas ocasiones es sin duda el miedo. El miedo tiene muchas caras y la mayoría de ellas no son agradables para nadie. Es difícil de vencer, porque en el fondo estamos luchando contra nosotros mismos; y hay miedos de todo tipo.
🧡 No obstante, el miedo tampoco es malo del todo, en su cierta medida y gestión. ¿Por qué? Con miedo no solemos pasar a la acción y sin miedo podemos confiarnos demasiado. Obviamente, como con todo, llevar al extremo ambas caras de la moneda nos va a acarrear problemas.
🧡 También suele tener la costumbre de venir acompañado, de llamar a otros miedos nuevos o hacer que nos visiten miedos del pasado. Seamos cordiales y saludemos, pero no les dejemos entrar.
🧡 Cuando algún miedo te visite, porque todos tenemos o hemos tenido miedos, dile que hoy vas a pasar a la acción y, después del saludo cordial, ciérrale la puerta en las narices. Pero no olvides que siempre puede volver, déjale unos juguetes en tu puerta de entrada para que se distraiga con ellos y te deje en paz.
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